En 1929 el mundo vivió la gran depresión, tiempos de desesperación que se superaron y trajeron como lecciones aprendidas el salario mínimo y el seguro de desempleo para los trabajadores. En 1979 sufrimos la crisis del petróleo, que también marcó la búsqueda de fuentes de energía renovables. Parece que estamos viviendo una nueva crisis provocada por el virus corona, ya sea de larga o corta duración, ¿qué hemos aprendido hasta ahora?
Puedes trabajar a distancia, ¡y ganar más!
Aunque todavía hay muchos ejecutivos temerosos del trabajo a distancia, la crisis ha provocado que varias empresas hayan tenido que flexibilizar el punto y permitir la modalidad, incluso el Gobierno ha tenido que revisar la normativa laboral para liberar el trabajo a domicilio. Con esto hemos notado que el ambiente informal y acogedor en casa ha hecho que muchos trabajadores tengan un mayor rendimiento rindiendo mucho más.
Debemos centrarnos en los resultados, no en la microgestión.
Por mucho que sea un discurso predicado por muchos, en la práctica pocos lo practican, la mayoría de las empresas siguen creyendo que es importante saber exactamente en qué emplearon sus empleados sus horas, en lugar del resultado que produjeron con esas horas. Un resultado claro del "obtienes lo que mides" si mides las horas, tienes un cuadro de mando impecable de las horas trabajadas. Si se miden los resultados, se obtienen resultados.
Confianza y transparencia en el equipo
Una parte intrínseca del home office es la confianza depositada en el personal de que hará lo acordado, de que sabrá gestionar su propio tiempo sin tener a alguien detrás que le indique el siguiente paso. Además, los equipos tendrán que aprender a ser más transparentes y tener una visión más abierta de lo que hace cada uno para garantizar la alineación del trabajo. Esta confianza y transparencia es una de las claves del liderazgo transformador, y donde ocurren los milagros.
La calidad de vida importa, ¡y compensa!
Hablando con un compañero de trabajo en Alemania me dijo que trabaja más desde que empezó la cuarentena, y se siente menos cansado que en un día normal, porque está cerca de su familia, de sus hijas y el entorno familiar acaba obligando a hacer pequeños descansos que todos deberíamos hacer en el trabajo para mantener la productividad, pero nunca hacemos.
Una economía centrada en el individuo.
La semana pasada, Ambev anunció que utilizará el alcohol sobrante del proceso de fabricación de Brahma sin alcohol para producir alcohol en gel y lo donará a hospitales públicos. Al mismo tiempo, los grandes bancos anuncian que prorrogarán/no cobrarán las deudas durante 60 días. Y hemos visto a gobiernos de todo el mundo debatir sobre la posibilidad de no cobrar el agua, la electricidad y los impuestos municipales. Todo esto demuestra que la economía ahora quiere ayudar directamente a la gente, y no más subsidios a las grandes corporaciones para mantener sus estructuras, este es quizás el mejor paso que ha tenido el liberalismo en los últimos tiempos.
Lo cierto es que los efectos de la crisis aún no están claros, no sabemos hasta dónde puede llegar, pero si en tiempos turbulentos la esperanza es lo que nos mantiene en el buen camino, esperemos que de esta crisis salgan equipos más dinámicos, con mayor foco en la calidad de vida, espacios enfocados al trabajo en equipo transparente y que se mida a las personas por los resultados que generan.
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