Si eres un entusiasta de los proyectos, puede que te hayas preguntado alguna vez si es necesario hacer una lección aprendida: las famosas "Lecciones aprendidas" A menudo puede que dirijas proyectos por tu cuenta, y surge un poco esa sensación de que te acordarás del proyecto, y por eso no es tan importante escribir sobre ellas, pero aquí tienes algunas razones por las que deberías empezar a hacer los deberes:
1 - Ponerlo por escrito nos convierte en objetivos
Hay estudios que demuestran que cuando ponemos las cosas por escrito podemos ser más objetivos, además de reducir el estrés, la ansiedad y también el miedo al futuro. Esto se debe a que cuando pensamos se produce un cruce de pensamientos tanto por el lado izquierdo como por el derecho del cerebro, lo que significa que la objetividad y la subjetividad libran una guerra entre sí, pero cuando decides escribir pasas el mando al lado izquierdo, permitiéndole así guiar tu mente, ordenar los pensamientos y aclarar incertidumbres y anhelos.
2- No recuerdas tanto como crees
Nuestro cerebro funciona básicamente con tres tipos de memoria: a corto plazo, a medio plazo y a largo plazo. También está el ganglio basal, pero eso es otra historia. Lo que ocurre la mayoría de las veces es que nunca sabemos en qué parte de nuestro cerebro se almacenó esa experiencia, lo que significa que puedes recordarla dentro de 5 años, como puedes olvidarla la semana que viene. Lo bueno es que cuantos más tipos de sensores utilices para informar de una experiencia concreta, más almacena tu cerebro esa actividad. Una buena estrategia es enseñar tus lecciones a un grupo de profesionales más jóvenes, en TOPdesk tenemos un Día del Conocimiento, un día dedicado únicamente a compartir el aprendizaje, así que puedes asegurarte de que le sacas el máximo partido.
3- Recordarás incluso menos de lo que crees
Nuestro cerebro funciona a veces como un disco duro, borrando la información antigua para hacer sitio a la nueva, cuanto menos se practica, menos se aprende realmente. La forma en que aprendemos es intrigante, la pirámide de abajo demuestra las mejores formas de aprender.
No se equivoque, sus lecciones aprendidas no representan una práctica de aprendizaje, pero pueden presentar esa práctica si las ha anotado y las utiliza realmente en su próximo proyecto.
4- Cuando compartes, más gente aprende de ti
Parece una tontería o incluso un tópico, pero sigue siendo extremadamente válido, más aún hoy en día. En el mundo de la gestión de proyectos las empresas tienen lo que llaman "Factores Ambientales" que forman parte de la cultura, de las relaciones humanas y también de los estándares documentales que tiene una empresa, cuando escribes tus Lecciones Aprendidas, contribuyes a la mejora continua de la empresa y a que otros puedan beneficiarse de tu aprendizaje.
5- Es un buen momento para mejorar la relación
Muchos de nuestros proyectos son entregables, en los que tratamos directamente con el cliente. Por mucho que nuestros esfuerzos se dirijan siempre a entregar el mejor proyecto, no siempre conseguimos ese objetivo, por la razón que sea, y nuestra relación con el cliente puede empañarse. Este momento ofrece la pausa perfecta para mirar atrás, ponernos en el lugar del otro y comprender en qué nos equivocamos, en qué acertamos y cómo podemos mejorar la imagen que dejamos.
La madurez de un gestor de proyectos puede venir dada por la forma en que escribe sus lecciones aprendidas, la gestión de proyectos como cualquier otra ciencia está en constante desarrollo, y es necesario aprender con la práctica y la experiencia, adaptarse y mejorar, al menos esto es lo que mis lecciones aprendidas me han demostrado hasta ahora, ¿y tú que has aprendido con las tuyas?
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